quinta-feira, 21 de julho de 2011

AGUA





"Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en el una fuente de agua que salte para a vida eterna" (San Juan 4.13-14)


¡Madre mia! ¡Que calor hace en Madrid y en toda Europa, es verano! Las temperaturas pasan de los 40ºC. En estos tiempos tedremos más sed, mucho más. Las piscinas llenan de gente, en las playas también, lagoas, todos desean un poco de agua, de hidratación.


En el tiempo de Jesús la gente iba en un pozo de Jacob sacar agua para beber y una mujer samaritana que vivia sola llega para sacar la agua.


Jesús enpesa una conversación con ella, él le dijo: "Dame de beber" (San Juan 4.7b)
La mujer quedó sin entender, pues judios no hablavan con samaritanos. Jesús quebró el primero problema. El problema de la comunión. Personas distintas, con pensamientos distintos, costumbres y hasta el lugar de adoración era distinto, pero nada de esto importa. El que importa para Jesús es salvar la gente, la gente que llora, que sufre, que tiene necesidad.


¡Aquella mujer necesitaba de Jesús! Necesitaba de su amor, de su perdón, de agua espiritual que alimentase su alma sedienta de Dios. Jesús le dijo: Hija yo tengo el que tu necesitas y ti ofresco. ¡Yo soy la agua, la fuente, yo soy tu Dios! Yo conosco tu reales necesidad...
¡Venid a mi!


Jesús trató aquella mujer con dignidad, con amor, con compación. Para esto el hay venido al mundo, para salvar aquellos que estavan perdidos. La mujer tuvo su vida cambiada y pasó a hablar y anunciar el que Jesús hecho en su vida. Tudo enpensó en una sencilla conversación...

"Dame agua" ¡Yo tengo agua! ¡Yo soy la agua!

Que nosotros no olvidemos de esto. Jesús tiene todo poder de cuidar y suprir nuestras necesidad. Él conoce a cada uno, nuestros deseos, todo...

Confia en Jesús, entrega tu vida en sus manos, descansa, espera en Dios. Solo Él puede llena nuestras vidas de felicidad. Amém!

segunda-feira, 7 de março de 2011

INVITACION A BONDAD




Echa tu pan sobre las aguas; Porque después de muchos días lo hallaras (Eclesiastés 11.1)

En tiempos de las crisis puede parecer difícil la práctica de la generosidad y da bondad. Pero, no importa se la situación es buena o no. Dios habla por medio de sabio que debemos echa nuestro pan sobre las aguas.

Es la práctica de la bondad, da generosidad. Es ayudar a los que necesitan con amor. El pan puede ser las cosas materias o puede ser cosas del espirito. O que la palabra de Dios enseña, es que: O que echamos, tarde o temprano volverá a nosotros. Sea el bien o sea el malo.

En la biblia hay o ejemplo de Ruth. Una mujer extranjera, viuda que no quiso dejar su suegra sola y desamparada. La acompañó y se fue a una tierra que no era suya, para trabajar y cuidar de su suegra, que estaba vieja y también viuda. Salio de Moab a Jerusalén. Echo su pan sobre las aguas y la vida la recompenso con nuevo matrimonio y con un hijo que pertenece a genealogía de Jesús. Ella mismo también paso a genealogía de Cristo.

Hay muchos ejemplos en la palabra de Dios, de personas que echaran su pan sobre las aguas: Dorcas; Bernabé y otros, que fueran bendiciones en la vida de personas y en la obra de evangelio.

¡Nadie pierde en ser bueno! La bondad es también un fruto del espirito de Dios en nosotros. Se tenemos a Cristo, también tendremos la capacidad de hacer buenas obras, de ayudar, de echa una mano a quien se lo necesita.

¡Que Dios te bendiga! Amen.

Magda Florencio Mota Zamorano - Madrid 07/02/2011

segunda-feira, 17 de janeiro de 2011

BUENO COSTUMBRE

¡Leer!

Según pesquisa, de las ciudades españolas, Madrid es a que más leer. Y es verdad que en todos los sitios hay personas leyendo. Siempre que me voy a trabajar, veo en el tren; en metro y en autobús la gente leyendo uno periódico, una revista o un libro. ¡Que bien! ¡Me alegro mucho! Pues la lectura es algo muy importante y necesario. Veo también que hay muchos puntos de lectura, bibliotecas en todas las partes y ventas de libros hasta en maquinas electrónicas y distribución de periódicos gratuitos diariamente. Todo esto es uno incentivo para que todos tengan ganas de leer. Por esto, quiero hablar de uno libro que todos necesitan leer, pues es el libro mas antiguo de toda la historia, escrito a mucho tiempo y es la boca de Dios hablando a todas las naciones, pueblos y lenguas: LA SANTA BIBLIA. Y quiero decir diez razones para se leer la Biblia, en verdad razones son muchas, pero voy listar diez:

1- Lámpara para mis pies es tu palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmos 119. 105). Quien observa la palabra de Dios y las guarda, tiene la vida alumbrada y no camina en tinieblas.

2- ¿Con que limpiara el joven su camino? Con guardar tu palabra. (Salmos 119. 9). La palabra de Dios limpia, purifica, nuestros caminos y corazones.

3- Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra. (Salmos 119.81) La palabra de Dios enseña el camino de la salvación.

4- Susténtame conforme tu palabra, y viviré; y no quede yo avergonzado de mi esperanza. (Salmos 119. 116). La palabra de Dios es vida y dignidad.

5- Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por la palabra de tu justicia. (Salmos 119. 123) La palabra de Dios es justicia.

6- Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma. (Salmos 119.129) La palabra de Dios es maravillosa.

7- Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mi. (Salmos 119. 133) La palabra de Dios liberta.

8- Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y fieles. (Salmos 119. 138). La palabra de Dios es verdad y fidelidad.

9- Aflicción y angustia se han apoderado de mí, mas tus mandamientos fueron mi delicia. (Salmos 119. 143.) La palabra de Dios, es consuelo y paz.

10- Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová. (Salmos 119.1) La palabra de Dios es felicidad.

Por esto y por muchos motivos más, nosotros debemos leer la palabra de Dios y guárdala en nuestros corazones, porque solo la palabra de Dios permanecerá, ¡ella es la verdad y la vida! ¡Amen!

Magda Florencio Mota Zamorano – Madrid 16/01/11